Need For Speed Underground

Need for Speed: Underground es la entrega de la saga que reinventó la franquicia de Electronic Arts tras un periodo de oscuridad en el cual había perdido el norte. En la actualidad es un clásico a disfrutar por todos los amantes de la conducción.

Cuando todo parecía perdido... llegó Underground

Mantener activa y con éxito constante una franquicia como Need for Speed no es precisamente sencillo. Electronic Arts la ha cuidado con mucho mimo a lo largo de los años, pero en la búsqueda de nuevas ideas llegó a dejarla en muy malas condiciones con varios juegos que decepcionaron al público. En el momento en el cual se pensaba que Need for Speed pasaría a un segundo plano de forma irremediable, llegó el equipo de EA Black Box y creó el que se convertiría en su punto de inflexión. La franquicia volvió a lo más alto con un juego que respondía exactamente a las exigencias y peticiones de los usuarios en 2003.

El reinicio más glorioso

Había mucho que hacer para que Need for Speed: Underground marcara un antes y un después. Uno de los puntos de apoyo en los que se estableció esta intención fue su modo Carrera, que tendría su propia historia para ajustarse a las tendencias del mercado de la época. El público no solo quería correr y competir o escapar de la policía, también quería una buena historia que acompañase a todo ello y que diera más ganas de seguir jugando. Por ese motivo se dio forma a un argumento interesante, rebelde y con un sentimiento callejero que captaría la atención de los jugadores desde el primer momento.

La historia es sencilla, pero apasionante dentro de un estilo de argumento que encaja bien en la época con la emocionante vida de los conductores que participaban en carreras callejeras. El jugador comienza en lo más bajo y poco a poco se va enfrentando a nuevos rivales a los que va derrotando para ganar puestos en los ránkings de conducción. Como telón de fondo hay una historia emotiva con los demás personajes principales y una última carrera con un Nissan 350Z plateado que da cierre al juego y que resulta de lo más espectacular.

Bienvenidos al garaje

El garaje es el núcleo de la personalización de los coches de Need for Speed: Underground y uno de los lugares donde los jugadores que aman las cuatro ruedas invierten más tiempo. El aspecto más interesante de esta entrega es que la profundidad de la personalización no se limita a rozar los aspectos más triviales. En realidad se puede personalizar todo el aspecto del coche e ir incluso más allá de esto con la personalización interna de los componentes, lo que permite tener una máquina que sea más efectiva en el momento de competir.

En el aspecto visual es posible personalizar elementos como la pintura, los parachoques, poner vinilos que resalten bien el diseño del vehículo, cambiar las llantas, los alerones y mil otros detalles. En general es posible comenzar personalizando un coche cualquiera y que acabe siendo tan distinto que resulte difícil reconocerlo. Por su lado, en lo técnico la personalización incluye la oportunidad de modificar la transmisión, el motor, la suspensión o las ruedas. También existe opción para modificar el peso del vehículo o incorporar sistema de óxido nitroso, viendo así que la personalización no deja ningún aspecto en el aire.

Con este excelente garaje donde editar los vehículos, la cuidada historia del modo Carrera y su amplia variedad de modos de competición, entre los que se incluyen desde carreras hasta retos de drifting, Need for Speed: Underground se posiciona como una entrega de la saga que siempre será recordada.

Pros

• La incorporación del modo Carrera
• El amplio abanico de opciones del garaje

Cons

• La historia resulta un poco corta
• La IA de los rivales podría ser un poco más inteligente